Paciente masculino de 61 años
edad, con dolor abdominal y
emesis, 48 horas de evolución posterior a ingesta copiosa de alimentos
ricos en grasa, niega consumo de alcohol o tabaco, laboratorios de ingreso: leucocitosis 26000, lipasa 2149.
Diagnóstico: pancreatitis crónica
con episodio agudo.
Características generales: La pancreatitis crónica es una enfermedad inflamatoria
caracterizada por un daño estructural progresivo e irreversible del páncreas
que produce un deterioro permanente de las funciones exocrinas y endocrinas.
La incidencia de pancreatitis
crónica es de cinco a doce casos por cada 100000 personas por año;
representando más de 120000 visitas ambulatorias y 50000 hospitalizaciones al
año, el consumo de alcohol representa la mayoría (80%) de los casos de
pancreatitis crónica en adultos en países desarrollados; mientras que la
desnutrición es la causa más común en todo el mundo.
Claves
diagnosticas:
TC: sensibilidad
del 60% al 95% en el diagnóstico de enfermedad avanzada, se observan cambios en
el parénquima pancreático, dilatación del conducto pancreático principal y sus
ramas laterales en el 68% de los pacientes. El contorno ductal puede ser liso,
moldeado o irregular, calcificaciones
intraductales, que es el hallazgo más específico y se observa en casi la mitad
de los pacientes con pancreatitis crónica y atrofia del parénquima.
MRI: En
las imágenes de MR de los pacientes con
pancreatitis crónica tardía o avanzada se observa disminución de la intensidad de la señal del
páncreas en imágenes T1 fat sat, y un realce disminuido en las imágenes
inmediatas post-contraste, y un realce progresivo del parénquima en el
post-contraste tardío de 5 minutos. Lo cual refleja el patrón de realce del
tejido fibroso.
CPRM:
Las
imágenes de colangiopancreatografía por RM
en la fase avanzada de la PC demuestra la dilatación del conducto
pancreático principal con ectasia de las ramas laterales, con estenosis ductal pancreática, irregularidades
y cálculos intraductales, apareciendo como defectos de relleno hipointensos.
Paciente de 62 años, con antecedentes
de Glioma y Cáncer de Próstata desde el
2016, quien realizo tratamiento con quimioterapia hasta el 2018. Se le realiza
estudio de Tc de tórax, encontrando como hallazgo incidental.
Diagnóstico: Lipomatosis mediastínica.
Características generales: La lipomatosis mediastínica es el acumulo de tejido
graso no encapsulado que suele ocupar el mediastino superior y raramente
aparece en los ángulos pleuropericárdicos o sobre el diafragma. Sus causales son,
en la mayoría de los casos un exceso de acción glucocorticoide endógena o
exógena, Síndrome de Cushing y Obesidad. Es una patología asintomática.
Claves diagnosticas:
Radiografía: Aumento del mediastino.
TC: Permite evaluarse mediante la identificación de densidad
grasa. La TC muestra una atenuación de −125 a −100 unidades Hounsfield.
Paciente de 56 años con antecedentes de ACV hace 3 años, presenta secuelas motoras hemicuerpo derecho dificultad en el habla y para la deglución.
Diagnóstico: Dolicomegaectasia de la arteria basilar
Características
generales: La dolicoectasia basilar
se define como la elongación, dilatación y tortuosidad de la arteria
basilar por lo general incluye las arterias vertebrales, provoca cambios
hemodinámicos que producen trombosis, microembolización y compresión del
troncoencéfalo. La prevalencia varía de 0.06% a 5.8%, aumenta con la edad, con
una edad de inicio mayor de 40 años y un predominio masculino. La arteria
vertebrobasilar dolicoectática tortuosa puede producir una compresión pulsátil
en el tronco cerebral que puede producir los síndromes de hidrocefalia
obstructiva, disfunción cerebelosa o incluso neuralgia del trigémino. La mayoría de los autores consideran ectático un diámetro mayor de 4.5 mm de la arteria basilar.
Claves
diagnostica: Los criterios radiográficos para de la
dolicoectasia son arteria vertebral o basilar diámetro> 4.5 mm en cualquier
lugar a lo largo de su curso, desviación
lateral> 10 mm perpendicular a una línea recta que une su origen a su
bifurcación, origen en el nivel de la unión pontomedular, bifurcación por
encima de la cisterna supraselar, lateral al margen del clivus o dorsum sellae,
y longitud basilar >29.5 mm o longitud de la arteria vertebral intracraneal
>23.5mm.
TC y MRI: Son métodos no invasivos que permiten el diagnostico con la obtención de imágenes de la vasculatura cerebral. Se han convertido en el método de elección en el diagnóstico, ya que también puede ayudar a demostrar otras posibles causas de síntomas clínicos.
Paciente
de 62 años con dolor abdominal de 7 días de evolución localizado en hipocondrio
se acompaña con hipertermia y leucocitosis. En la tomografía se visualiza vesícula
biliar distendida asociada a engrosamiento parietal irregular, presenta tenue
realce luego de la administración de contraste, con presencia de cálculo
impactado de 15mm a nivel de bacinete asociada a rarefacción de la grasa
perivesicular. Se objetiva pequeña área de discontinuidad parietal en fondo
vesicular asociada a colección hepática subscapular homogéneamente hipodensa
lobulada que no sufre realce significativo por el medio de contraste,
localizada a nivel contorno hepático de los segmentos V y VI que mide
aproximadamente 9mm de diámetro anteroposterior x 2mm transverso x 10mm en
sentido cefalocaudal.
Diagnóstico: Bilioma
Características generales: Se producen por la ruptura del sistema
biliar, que puede ser espontánea, traumática o iatrogénica después de una
cirugía o procedimientos de intervención. Los bilomas pueden ser intrahepáticos
o perihepáticos. La extravasación de bilis en el parénquima hepático genera una
reacción inflamatoria intensa, lo que induce la formación de una pseudocápsula
bien definida. Las manifestaciones clínicas dependen de la ubicación y el
tamaño del biloma.
Claves diagnosticas: Se debe confirmar la
presencia de una fuga biliar, determinar si es extrahepático o intrahepático,
describir su alcance además de evaluar la obstrucción biliar asociada. Tanto en la TC como en la RM, un biloma
suele aparecer como una masa quística bien definida o ligeramente irregular,
sin septos ni calcificaciones. Además, la pseudocápsula generalmente no es
fácilmente identificable. Esta aparición de
formación de imágenes, en combinación con la historia clínica y la ubicación,
debería permitir un diagnóstico correcto.
TC: Se visualizancomo
colecciones bien delimitadas hipodensas intraparenquimatosas o perihepáticas. Se
localizan frecuentemente en los márgenes
hepáticos, diafragma, mesenterios y otras estructuras adyacentes, sin embargo,
no tienen cápsula identificable. Ocasionalmente, pueden tener un borde delgado
de 1-2 mm que puede ser más grande en el caso de biloma más antiguo; puede
mejorarse después de la administración de un agente de contraste intravenoso.
La tomografía no puede mostrar lesiones
del conducto biliar, a veces, las lesiones están asociadas con la presencia de
líquido ascítico en la cavidad peritoneal.
RM: Se utiliza este estudio casos dudosos y / o en presencia de
contraindicaciones de TC (insuficiencia renal grave o sensibilidad de contraste
yodada). El fluido bilioso demuestra una intensidad de señal variable en
imágenes ponderadas en T1 y una intensidad de señal alta en imágenes ponderadas
en T2, similar a la intensidad de señal del líquido de la vesícula biliar.
Paciente de 55 años,
quien acude al Servicio de Guardia por un cuadro clínico de 24 horas de evolución
días consistente en dolor abdominal tipo cólico EVA 8/10 que se exacerba con la
ingesta de alimentos asociado con fiebre y leucocitosis en los paraclínicos de
estudio solicitados.
Diagnóstico: Diverticulitis grado
I en la clasificación modificada de Hinchey.
Características generales:Los divertículos son
herniaciones del colon, donde la parte interna (mucosa) de la pared de este
órgano emergen a través de su capa muscular, generando unas pequeñas
dilataciones en la pared del intestino. En cuanto a su patogenia se debe al
aumento de la presión dentro del intestino grueso, esta presión empuja la
mucosa (capa interna) a través de las zonas más débiles que existen en la capa
muscular generándose así la lesión.
La diverticulitis es una de las presentaciones clínicas de la Enfermedad Diverticular, entendiéndose entonces que la diverticulitis es la inflamación de los divertículos, que puede complicarse con perforación micro o macroscópica.
Clave diagnostica:Pequeñas saculaciones colónicas con engrosamiento irregular de la pared e infiltración de la grasa pericólica.
Ecografía:
El 95% se localizan en el colon sigmoide. Afectan en una tercera parte a los mayores de 60 años y a medida que aumenta la edad pueden presentarse con mayor frecuencia. Es una patología que se presenta con mayor incidencia en el mundo Occidental, secundario a la dieta, ya que hay una ingesta de dieta escasa en fibra, vegetales y muy rica en hidratos de carbono refinadas y carnes. Su cuadro clínico consiste en dolor abdominal localizado en la fosa iliaca izquierda que se exacerba con la ingesta de alimentos, en ocasiones acompañado de distensión abdominal, diarrea, estreñimiento.Pequeñas saculaciones colónicas con engrosamiento irregular de la pared e infiltración de la grasa pericólica.
Inflamación peri cólica
(Aumento de la ecogenicidad).
Engrosamiento mural.
Se observa abscesos peri
cólicos (Imágenes hipoecogénicas con ecos internos).
Eco-Doppler color:
Hiperemia en la grasa pericólica.
TC: Es el mejor método
diagnóstico, con una precisión superior al 95%.
Engrosamiento de la pared, inflamación de la grasa, engrosamiento de la base del mesocolon sigmoide, liquido libre.
Puede presentarse afectación de un segmento largo >10 cm del colon.
Abscesos pericólicos, abscesos intramurales o abdominopélvicos.
Signo de la “flecha”: Edema en el orifico del divertículo inflamado.
La neumonía lipoidea se debe a la acumulación de lípidos en los alvéolos y puede tener una causa exógena o endógena según la fuente del lípido. La neumonía lipoidea es poco frecuente y, aunque es difícil determinar la incidencia clínica precisa, las series de autopsias informaron una frecuencia de solo 1.0 a 2.5%.
Neumonía Lipoidea Exógena
La neumonía lipoide exógena, descrita inicialmente en 1925 por Laughlen en
cuatro pacientes con un historial prolongado de ingestión de laxantes y el uso
de gotas nasales a base de aceite, puede ser aguda o crónica en la presentación.
La neumonía lipoidea crónica exógena generalmente es el resultado de episodios
repetidos de aspiración o inhalación de grasa animal o aceites minerales o
vegetales durante un período prolongado. Aunque la neumonía lipoidea
crónica exógena suele ocurrir en pacientes de edad avanzada, también se ha
informado en niños, especialmente en aquellos con predisposición a la
aspiración, como retraso mental y paladar hendido, así como en bebés cuando se
utiliza aceite mineral como lubricante para facilitar la alimentación.
La neumonía lipoidea crónica exógena también puede ocurrir en pacientes sin una
anomalía anatómica o funcional predisponente al tragar. La aspiración de
grasas o aceites se ha informado en pacientes con antecedentes de uso crónico
de aceite mineral o lubricantes y descongestivos a base de petróleo como Vaseline
(Unilever), Vicks VapoRub y brillo de labios.
Fisiopatología
El desarrollo de
anomalías parenquimatosas en la neumonía lipoidea depende del tipo, la
cantidad, la frecuencia y la duración de los aceites o grasas aspirados o
inhalados. El aceite mineral (una mezcla de hidrocarburos inertes, de
cadena larga, saturados obtenidos del petróleo) y los aceites de origen vegetal
tienden a causar reacciones inflamatorias mínimas a leves. Los aceites
intraalveolares pueden unirse en los alvéolos y quedar encapsulados por tejido
fibroso, lo que da como resultado un nódulo o una masa (parafinoma).
A la inversa, las
grasas animales son hidrolizadas por las lipasas del pulmón en ácidos grasos
libres que desencadenan una reacción inflamatoria grave que se manifiesta como
edema focal y hemorragia intraalveolar. Los ácidos grasos permanecen en
los espacios alveolares o son fagocitados por macrófagos que luego migran a los
tabiques interlobulares. Independientemente de la ubicación, la respuesta
inflamatoria puede destruir las paredes alveolares y el intersticio, y la
fibrosis resultante puede progresar ocasionalmente a una enfermedad pulmonar en
etapa terminal.
Hallazgos clínicos
La neumonía lipoidea
aguda exógena generalmente se manifiesta clínicamente como tos, disnea y fiebre
de bajo grado que generalmente se resuelven con terapia de apoyo. En
contraste, los pacientes con neumonía lipoidea crónica exógena son
frecuentemente asintomáticos en la presentación y solo se identifican debido a
una anomalía detectada de forma incidental en la imagen radiológica.
Manifestaciones radiológicas.
La neumonía lipoidea
aguda exógena puede manifestarse radiológicamente a los 30 minutos del episodio
de aspiración o inhalación, y la mayoría de los pacientes pueden observar
opacidades pulmonares en las 24 horas. Las opacidades suelen ser de vidrio
esmerilado o de consolidación, bilateral y segmentaria o lobular en su
distribución y afectan predominantemente los lóbulos medio e inferior.
Otras manifestaciones de la neumonía lipoidea aguda exógena incluyen nódulos,
neumatoceles, neumomediastino, neumotórax y derrames pleurales pobremente
marginados. Los neumatoceles generalmente ocurren en regiones de vidrio
esmerilado u opacidades de consolidación, típicamente se manifiestan
radiológicamente dentro de 2 a 30 días después de la aspiración o inhalación, y
son más comunes en pacientes que han aspirado o inhalado una gran cantidad de
aceites minerales o productos a base de petróleo .
La TC puede revelar áreas de atenuación de la grasa tan bajas como –30 HU
dentro de las opacidades y nódulos de consolidación, un hallazgo diagnóstico de
neumonía lipoidea. Sin embargo, a pesar de que la atenuación de las
opacidades o nódulos puede ser baja en la presentación inicial, la presencia de
una inflamación superpuesta puede ser un factor de confusión al aumentar la
atenuación para que el componente graso se vuelva menos visible u oculto
Las manifestaciones radiológicas de la neumonía lipoidea aguda exógena
generalmente mejoran o se resuelven con el tiempo. La resolución de las
opacidades es variable y generalmente ocurre dentro de 2 semanas a 8
meses. Por lo general, la resolución es completa, aunque pueden ocurrir
cicatrices mínimas.
Característicamente, la neumonía lipoidea crónica exógena se manifiesta como
una masa que contiene un tejido adiposo. Aunque la masa es típicamente
irregular o espiculada como resultado de la inflamación crónica y la fibrosis
secundaria, la presencia de grasa en la masa es, con algunas excepciones, una característica
diagnóstica de la neumonía lipoide exógena. Específicamente, los
hamartomas y las metástasis pulmonares de los sarcomas extratorácicos
primarios, como los condrosarcomas o los liposarcomas, pueden manifestarse como
nódulos pulmonares que contienen grasa. Ocasionalmente puede producirse
cavitación y calcificación de la masa.
Neumonía Lipoidea Endógena
La neumonía lipoide
endógena, también llamada «neumonía por colesterol» o «neumonía
de oro», es una neumonitis obstructiva. La neumonía lipoidea endógena
es un diagnóstico histopatológico que se basa en el aspecto característico de
la neumonitis obstructiva. Macroscópicamente, existe una consolidación
parenquimatosa que presenta una decoloración característica amarillenta debido
a la acumulación de lípidos en los alvéolos. Histológicamente, hay una
acumulación de macrófagos llenos de lípidos y material proteináceo eosinófilo
derivado de células degenerativas, incluido el surfactante de neumocitos de
tipo II, en los alvéolos distales a la obstrucción bronquial.
La neumonía lipoidea endógena se manifiesta radiológicamente como opacidades de
consolidación distales a una lesión obstructiva central.
Sin embargo, a diferencia de la neumonía lipoidea exógena, la acumulación de
residuos celulares ricos en lípidos no se manifiesta radiológicamente como
opacidades que contienen lípidos con baja atenuación típica de los lípidos.
Históricamente, se ha informado que la neumonía lipoidea endógena es causada
por cánceres de pulmón de células no pequeñas, pero también puede ocurrir como
una manifestación de infección y otras enfermedades que no están asociadas con
la obstrucción bronquial. En este sentido, recientemente se ha informado
una asociación entre la neumonía lipoide endógena y los episodios repetitivos
de neumonía por hongos.
Referencias.
Lipoid Pneumonia: Spectrum of Clinical and Radiologic Manifestations, Sonia L. Betancourt1, Santiago Martinez-Jimenez, Santiago E. Rossi, Mylene T. Truong, Jorge Carrillo and Jeremy J. Erasmus, American Journal of Roentgenology. 2010;194: 103-109. 10.2214/AJR.09.3040.
Fat-containing Lesions of the Chest, Scott C. Gaerte, Cristopher A. Meyer, Helen T. Winer-Muram, Robert D. Tarver, and Dewey J. Conces, Jr, RadioGraphics 2002 22:suppl_1, S61-S78
Aspiration Diseases: Findings, Pitfalls, and Differential Diagnosis, Tomás Franquet, Ana Giménez, Nuria Rosón, Sofía Torrubia, José M. Sabaté, and Carmen Pérez, RadioGraphics 2000 20:3, 673-685.
Paciente masculino de
76 años de edad sin datos clínicos disponibles.
Diagnóstico: Neumonía lipoidea.
Características Generales: La neumonía lipoidea se debe a la acumulación de
lípidos en los alvéolos y puede tener una causa exógena o endógena según la
fuente del lípido. La neumonía lipoidea exógena es causada por la
inhalación o aspiración de grasa animal o aceite vegetal o mineral. La
neumonía lipoidea endógena se asocia generalmente con obstrucción bronquial.
Los factores predisponentes incluyen trastornos neuromusculares y anomalías esofágicas. La neumonía lipoide se observa con mayor frecuencia en adultos debilitados o en niños con defectos anatómicos, como paladar hendido. Los síntomas incluyen disnea progresiva.
Claves diagnosticas:
Las localizaciones más comunes para la neumonía lipoidea son las porciones dependientes de los pulmones.
Rx: Se
puede evidenciar consolidación del espacio aéreo, una lesión de masa irregular
o un patrón reticulonodular (variable).
Tomografía: Se ha informado que la TC es la modalidad de elección para establecer el diagnóstico de neumonía lipoidea, que generalmente muestra valores de atenuación negativos (HU <0). También se puede ver un patrón de “crazy paving”.
Se puede realizar una
biopsia en algunos de los casos para garantizar la naturaleza benigna de la
lesión, especialmente si los cambios son deficientes en lípidos y las
características de imagen persistentes.
Diagnóstico diferencial:
El patrón de «pavimentación loca» visto en la TC se ha descrito como característico de la proteinosis alveolar. Sin embargo, este patrón también se ha descrito en asociación con carcinoma bronquioloalveolar.
La enfermedad del hígado
graso se refiere a un espectro de afecciones caracterizadas por la
acumulación de cantidades crecientes de triglicéridos dentro del hepatocito.
La enfermedad del hígado
graso también puede ser secundaria a una variedad de otros factores
etiológicos, incluido el consumo de alcohol, medicamentos (por ejemplo,
tamoxifeno, metotrexato) y toxinas (por ejemplo, tetracloruro de carbono,
arsénico). Las infecciones virales crónicas (p. Ej., Hepatitis C y, con
menos frecuencia, las infecciones víricas de hepatitis B) y los trastornos de
almacenamiento (p. Ej., Hemocromatosis, enfermedad de Wilson) también pueden
causar cambios grasos en el hígado.
La prevalencia de hígado graso en la población general es
de alrededor del 15%, pero es mayor entre quienes consumen grandes cantidades
(> 60 g por día) de alcohol (45%), aquellos con hiperlipidemia (50%) o
obesidad (masa corporal). (índice,> 30 kg/m2) (75%), y los que tienen tanto
la obesidad y alto consumo de alcohol (95%)
La esteatosis hepática puede ser difusa,
focal, geográfica, subcapsular, multifocal o perivascular.
La esteatosis nodular multifocal (MNS) es un patrón raro
de esteatosis hepática, en el que se dispersan múltiples focos de grasa en
ubicaciones atípicas en todo el hígado. Los focos pueden ser
redondos u ovalados e imitar de cerca los nódulos verdaderos. El
diagnóstico correcto es difícil, especialmente en pacientes con un tumor
maligno conocido.
En el ultrasonido, la
infiltración grasa multinodular aparece como lesiones hiperecogénicas en el
parénquima hepático, siendo de bordes geográficos, algunos confluentes y
traspasados por vasos sanguíneos. Ante estos hallazgos se plantean diagnósticos
diferenciales tales como: Metástasis, Hemangiomas, Adenomas múltiples,
hiperplasia nodular focal, abscesos y otros.
Las lesiones hepáticas malignas suelen presentar un halo sonolucente, el llamado signo diana o lesión del ojo de buey.
TCMC Abdomen: a nivel hepático (A, sin contraste y B, fase
tardía) se observan múltiples imágenes hipodensas redondas multisegmentarias de
hasta 25mm de diámetro, las cuales no presentan alteración ante la aplicación
de contraste endovenoso; RM abdomen ponderada en T1 FSE donde las lesiones se
evidencian hipointensas.
Paciente masculino de 63 años
de edad con antecedentes de diabetes e hipertensión arterial en tratamiento
irregular, remitido al servicio con diagnóstico de metástasis hepática.
Características
generales: La enfermedad del hígado graso se refiere a un
espectro de afecciones caracterizadas por la acumulación de cantidades
crecientes de triglicéridos dentro del hepatocito. La enfermedad del hígado
graso no alcohólico, el tipo más común, evoluciona a través de tres etapas
principales, desde la esteatosis hepática simple hasta la esteatohepatitis no
alcohólica y la cirrosis.
Claves
diagnosticas:
Ecografía: Se
definen cualitativamente de la siguiente manera: leves, caracterizados por una
ecogenicidad hepática levemente aumentada y una representación clara de las
paredes de la vena hepática y porta; moderado, con un aumento de la
ecogenicidad hepática que oculta las paredes de la vena porta y
hepática; y grave, con ecogenicidad hepática aumentada y sombreado
posterior significativo que afecta la evaluación del parénquima y el diafragma
hepáticos profundos.
Tomografía: Los
valores de atenuación hepática se correlacionan inversamente con la cantidad de
grasa hepática; así, disminuyen proporcionalmente al aumentar el contenido
de grasa en el hígado. En la TC, el
contenido de grasa hepática puede evaluarse subjetivamente mediante inspección
visual o objetivamente al colocar un ROI y medir los valores de atenuación
dentro de él.
Cualitativamente: El bazo
sirve como un buen control interno para la comparación con el hígado porque la
atenuación esplénica no se ve afectada por varios procesos patológicos difusos
y porque el bazo se encuentra en la misma sección transversal que el hígado. En
la TC sin contraste, un hígado normal tiene una atenuación más alta que un bazo
normal. Cuando el hígado tiene una atenuación más baja que el bazo en la
TC sin contraste, se puede considerar un diagnóstico de esteatosis hepática
Cuantitativamente: El índice
de atenuación hepática, una medida objetiva de la enfermedad del hígado graso,
se obtiene comúnmente al calcular la proporción de atenuación hepática vs
atenuación esplénica.
Park et al, informaron que
una relación de atenuación hepática a esplénica de menos de 0,8 fue altamente
específica (especificidad, 100%) para el diagnóstico de esteatosis
macrovesicular moderada a grave (> 30%).
Resonancia
Magnética: En las imágenes de RM convencionales ponderadas en T1,
la infiltración grasa severa del hígado aparece como un aumento de la
intensidad de la señal hepática. Mientras que el parénquima hepático
normal muestra una intensidad de señal similar en las imágenes en fase y fuera
de fase, el hígado graso muestra una intensidad de señal disminuida en las
imágenes fuera de fase, siendo la reducción más evidente en presencia de
infiltración grasa grave.
Mujer de 42 años con masa de crecimiento progresivo y dolor en la región inguinal derecha.
Diagnóstico:
Schwannoma
Inguinal.
CARACTERISTICAS
GENERALES.
Los Schwannomas son lesiones benignas
caracterizadas por lento crecimiento, son lesiones solitarias que derivan de
las células de Schwann, se localizan en nervios periféricos de cabeza cuello y
extremidades, no presentan predilección por género, pero se presentan entre la
tercera y séptima década. En el 5% de los casos se asocia a neurofibromatosis
tipo I cuyo comportamiento es mas agresivo y a edades más tempranas.
CLAVES
DIAGNOSTICAS.
Rx. La radiografía simple
no es considerada como método de diagnóstico, sin embargo, la técnica de
tejidos blandos puede según el tiempo de evolución de la lesión, mostrar la presencia
sutil de masa con perdida parcial de los planos anatómicos.
TC. Nos permite además de
la localización anatómica y su relación con órganos o estructuras vecinas,
realizar una mejor caracterización de la lesión en relación a su trayecto anatómico
íntimamente asociado al nervio afectado. La medición de las densidades tomográficas
se hace importante a fin de identificar la predominancia en Unidades Hounsfield
del tejido afectado.
RM. Es considerado el método ideal más sensible y específico para el diagnóstico de este tipo de lesiones, ya que nos permite evaluar claramente el órgano de dependencia en relación a si origina en un tronco neural principal o de un nervio periférico; las imágenes ponderadas en T1 muestran lesiones homogéneas e isointensas con relación al musculo, en T2 se evidencia hiperintensas y con incremento del realce en las secuencias T2-FAT-SAT; tras la administración de gadolinio muestran discreto realce.