Sacroileítis; Criterios de Nueva York. Revisión

Dr. Hansen, DS
UAP, Entre Ríos

La sacroileítis se define como una inflamación de la articulación sacroilíaca, y puede cursar o no con dolor. Como diagnóstico diferencial de lumbalgia es a menudo pasado por alto, con una prevalencia de 10% a 25% como causa de dolor a dicho nivel.

Etiologías específicas varían desde un patrón crónico degenerativo (osteoartritis) a causas reumáticas (espondilitis anquilosante), infecciosas, asociadas a fármacos u oncológicas. Una causa fisiológica es el embarazo, donde la hormona relaxina genera relajación y posiblemente ensanchamiento de la articulación sacroilíaca, junto con la mayor carga ponderal y estrés articular con desgaste asociado. Si bien se contempla la causa traumática por daño directo o indirecto, es de considerar que dentro de las entidades con afectación aguda, la sacroileítis piógena es la más frecuente.

A nivel histológico dominan cambios destructivos con fibrosis del cartílago, asociado a disrupción, erosión y osificación del hueso subcondral, con o sin sinovitis debido a infiltración de células inflamatorias (1).

Los criterios de Nueva York para la sacroileitis han sido empleados en la valoración de radiografías como parte de la definición de espondilitis anquilosante, introducida en 1969 y revisada en 1984 (2, 3).

Rx – La radiografía convencional se sigue empleando para diagnosticar la sacroileítis como parte de criterios internacionales de Nueva York para la espondilitis anquilosante desde el año 1969, con una revisión en el 1984, si bien sólo puede mostrar daño estructural del hueso o de la articulación. El diagnóstico es difícil por lo que es recomendable emplear TC o MRI , para no pasar por alto un falso negativo, riesgo inherente al empleo exclusivo de la radiografía convencional como modalidad diagnóstica.

Su representación pictográfica señalizada y descrita (4) sigue a continuación:

TC – Los criterios de Nueva York se han aplicado también a imágenes obtenidas por tomografía computada (TC), aunque una validación en 2009 realizada en base de 1304 tomografías (5), concluyó que solamente las erosiones parecen ser un signo diagnóstico válido. Aún así, se refiere a que es necesaria evidencia adicional de otros signos inflamatorios para diferenciar la esclerosis inflamatoria de la degenerativa. Las dimensiones del espacio articular, la morfología articular, el contenido mineral óseo o entesopatía no tienen lugar en el diagnóstico de sacroileítis por TC. Se concluyó en dicha revisión que para la valoración mediante TC, los criterios de Nueva York no son ideales, proponiéndose una clasificación rudimentaria para dicha modalidad como “no enfermedad”, “enfermedad sospechada” y “enfermedad definitiva”.

En otra serie que valoró 598 tomografías en el 2012 (6), se concluyó que solamente erosiones e irregularidades del espacio articular y/o esclerosis ósea no homogénea alrededor de las articulaciones sacroilíacas en la TC tuvo correlación clínica con espondiloartritis. La esclerosis ósea homogénea de alta densidad no guardó relación. Si bien pareció que la erosión sacroilíaca fuera un signo diagnóstico confiable, se concluyó que los mecanismos de la osteoesclerosis requería una mejor comprensión al momento de la mencionada revisión. Al igual que la serie anteriormente mencionada, los criterios de Nueva York fueron revalorados como posiblemente no apropiados para la valoración por TC.

MRI – Las imágenes obtenidas por resonancia magnética (MRI) proveen información superior a la radiografía y a la tomografía computada para la detección temprana de sacroileítis, al ser más sensible de cambios inflamatorios que suceden aún antes de los daños estructurales. El desarrollo de éstos hallazgos exceden el objetivo del presente artículo, cuyo objetivo reside en comentar el empleo de los criterios de Nueva York en las radiografías convencionales y replantear su uso en la tomografía computada; refiriendo al lector a la revisión de Jurik (4) para más información sobre los hallazgos por MRI de esta entidad.

Bibliografía

  1. Buchanan BK, Varacallo M. Sacroiliitis. [Updated 2020 Aug 11]. In: Stat Pearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK448141/
  2. Bennett PH, Burch TA. Population studies of the Rheumatic Diseases. Excerpta Medica Foundation 1968:456-457, disponible en línea en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1010499/pdf/annrheumd00234-0070a.pdf
  3. Van der Linden S, Valkenburg HA, Cats A. Evaluation of diagnostic criteria for ankylosing spondylitis. A proposal for modification of the New York criteria. Arthritis Rheum. 1984;27(4):361-368. Disponible en línea en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6231933/
  4. Jurik AG. Departamento de Radiología, Hospital universitaria de Aarhus y Sociedad danesa de la espondilosis anquilosante, Dinamarca. Disponible en línea en http://www.spa-imaging.org/default.asp?MainMenuId=394&PageId=397
  5. Geijer M, Göthlin G, Göthlin JH. The validity of the New York radiological grading criteria in diagnosing sacroiliitis by computed tomography. Acta Radiol 2009 Jul;50(6):664-73. Disponible en línea en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19488891/
  6. Slobodin G, Croitoru S, Starikov N, Younis S, Boulman N, Rimar D, et al. Incidental computed tomography sacroiliitis: clinical significance and inappropriateness of the New York radiological grading criteria for the diagnosis. Clin Rheumatol 2012 Mar;31(3):425-8. Disponible en línea en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21975576/