Fractura Glenoides

Definición: Se define como la lesión ósea y del complejo fibrocartilaginoso o rodete glenoideo que se constituye como componente anatómico de la escápula y del complejo gleno-humeral. 

Etiología: El trauma se constituye como la principal causa de las lesiones de la glenoides. Las lesiones escapulares. Las fracturas de la cintura escapular son el 5% de las fracturas en general y de estas el 10% afectan la cavidad glenoidea por lo que son consideradas no muy frecuentes.

Reseña clínica: Las fracturas de la glenoides son raras y se asocian a lesiones crónicas del hombro como luxación posterior, o lesiones asociadas a alta energía en su mecanismo de lesión.

Los trazos de fractura obedecen en su mayoría a trayectorias transversas  que mecánicamente ofrecen menor resistencia debido a allí se  unen los dos núcleos de  osificación secundario, que finalmente originan el proceso glenoideo superior e inferior.

Existe la clasificación de Ideberg que estableció inicialmente V tipos de  lesión, posteriormente Goss agrego el tipo VI.

Tipo I: lesión del reborde glenoideo
Tipo II: lesión transversa u oblicua a través de la fosa glenoidea.
Tipo III: lesión oblicua a través de la glenoides.
Tipo IV: lesión horizontal.
Tipo V: fractura que separa la mitad inferior de la glenoides.
Tipo VI: conminución severa.

Tratamiento: 70-90% de las lesiones son de manejo conservador, salvo las lesiones  que presenten inestabilidad glenohumeral, subluxación articular, escalones articulares o diastasis mayores de 5-7 mm.

Diagnóstico por imagen:

  • RX: Se constituye en el primer y principal ayuda diagnóstica para establecer la lesión de la glenoides, sin embargo ante la sospecha de la lesión de glenoides, con proyecciones AP puras o proyección de Grashey o Neer, proyección axilar de hombro o la proyección de west- point
  • S: Aportan poco a las lesiones óseas salvo que haya lesiones de tejidos blandos.
  • TC: Una de las principales aplicaciones de la TC es la evaluación de fracturas complejas multifragmentarias con desplazamiento y ante la sospecha de compromiso articular. Es útil para evaluar fracturas asociadas de cabeza humeral y cavidad glenoidea lo cual es muy útil cuando hay sospecha de luxación posterior y los Rx no son concluyentes.
  • MRI: El uso de la MRI se hace de vital importancia para la evaluación no solo de la fractura glenoidea, si no las lesiones del rodete glenohumeral, el complejo glenohumeral labrum, lesiones ligamentosas y tendinosas.

Diagnóstico diferencial: el principal diagnóstico diferencial se constituye la fractura de la base de la apófisis coracoides para lo cual se debe tener en cuenta la clasificación de Eyres y Ogawa.

La lesión de Bankart óseo debemos tenerla en cuenta a sabiendas que se trata de lesión del rodete glenoideo y el reborde óseo de la glenoides.

Bibliografía: 

  1. Hussan Mohammed, Matthew R. Skalski, Dakshesh B. Patel, et al, Coracoid Process: The Lighthouse of the Shoulder, 36, 2084-2101, 2016.
  2. Benjamin Plotkin, Srihari C. Sampath, Srinath C. Sampath, et al, MR Imaging and US of the Wrist Tendons, 36, 1688-1700, 2016.

Imágenes: 

Caso de nuestro servicio adolescente de 12 años con antecedente de luxación crónica de hombro, quien sufre recidiva de luxación consulta por  dolor y limitación funcional.

Fig 1: Imágenes MRI ponderadas en Axial T2 GRE(a), Axial PD FSE(b), Sagital DP FAT SAT(c), Coronal PD FSE(d), que evidencia fractura oblicua compleja de glenoides hora XII, clasificación de Ideberg Tipo II.

Fig 2: Imágenes CT ponderadas en Coronal tejidos blandos(a), Axial tejidos blandos(b), Axial Óseo(c), Reconstrucción Ósea (d), que evidencia trazo de fractura con disrupción cortical y discreta pérdida de la congruencia articular glenohumeral. Clasificación de Ideberg tipo II.

MD: Luis Alberto Correa Zuleta
Universidad de Antioquia – Colombia.