Definición y clínica:
La disyunción acromioclavicular, representa aproximadamente el 12% de las luxaciones que involucran el hombro y el 10% de todas las lesiones del hombro. Esta lesión es cinco veces más frecuente en la población masculina, más comúnmente en la 2° década de la vida. El mecanismo más común de lesión es un golpe directo al acromion superior, con el brazo en abducción lateral. Generalmente se debe a una caída sobre el hombro durante los deportes de contacto, el esquí o el ciclismo. La fuerza impulsa el acromion y la clavícula hacia abajo, pero las fuertes restricciones ligamentosas de la articulación esternoclavicular restringen el movimiento clavicular, lo que resulta en una disociación entre el acromion y la clavícula y una lesión de tejidos blandos a dicho nivel. Los traumatismos indirectos alteran los ligamentos acromio-claviculares, pero normalmente no afecta a los ligamentos coracoclaviculares, lo que resulta en una lesión de menor grado.
Los pacientes con esta patología, se presentan con dolor e hinchazón en la parte superior del hombro, manteniendo el brazo en una posición de apoyo en aducción para aliviar los síntomas. El diagnóstico clínico se realiza por medio de maniobras semiológicas específicas e imágenes, como la radiografía.
Se utiliza la Clasificación de Rockwood, definida en 1998, la cual rige su importancia en que forma parte de la determinación del tratamiento a llevar a cabo. Es el sistema más común usado para la categorización de las lesiones de la articulación acromio-clavicular en 6 tipos, limitándose a describir la afectación de los tejidos blandos y no así el compromiso óseo. En este caso, el tipo II, se caracteriza por presentar lesión de la cápsula acromio-clavicular, la cual se desgarra por completo, lo que da como resultado una inestabilidad horizontal palpable con maniobras dinámicas. Los ligamentos acromioclaviculares están desgarrados y los ligamentos coracoclaviculares están lesionados pero manteniendo su funcionalidad. El componente conoide es más comúnmente implicado en esta lesión, y la lesión también puede extenderse al disco intraarticular
Imágenes:
En la mayoría de los casos, la radiografía simple comparativa, junto con el examen físico y la historia clínica, permite una clasificación correcta de esta lesión. Este estudio muestra un ensanchamiento del espacio acromio-clavicular > 7 mm con hinchazón suprayacente, puede haber algunos milímetros de desplazamiento vertical (<25% de la altura acromial) entre los márgenes inferiores de la clavícula y el acromion, hallazgo que es inespecífico a menos que sea asimétrico, ya que puede haber un desplazamiento leve similar en el 20% de los individuos esqueleticamente sanos. Los ligamentos coracoclaviculares están lesionados pero son funcionales, manteniendo la distancia coracoclavicular normal de 10-13mm.
Se ha visto que la MRI es útil en una serie de circunstancias, como ser la distinción entre variaciones normales o cambios relacionados con la edad, respecto de lesiones de bajo grado. Otra utilidad es cuando existe una incertidumbre en el diagnóstico, sobre todo a la hora de distinguir entre lesiones de grado II o III. En el tipo II, se puede ver desgarro de los ligamentos acromioclaviculares, edema de la médula ósea en los extremos articulares adyacentes y de los tejidos blandos pueden ocurrir durante la fase aguda, desgarro de la cápsula acromioclavicular y edema variable dentro de los ligamentos coracoclavicular, aunque las fibras permanecen en gran parte intactas.
Bibliografía:
- Imaging of the Acromioclavicular Joint: Anatomy, Function, Pathologic Features, and Treatment; Radiographics, 2020; Vol 40, No 5
- MR Imaging Appearances of Acromioclavicular Joint Dislocation; Radiographics, 2008; Vol 28, No 2.