Diagnóstico: lipoma del músculo pectoral.
Definición y clínica: El lipoma es considerada una neoplasia de origen mesenquimal. La mayoría de lesiones lipomatosas son benignas y se caracterizan por un crecimiento lento; están compuestas de tejido adiposo maduro organizado en lóbulos, el cual se encuentra, a su vez, rodeado de cápsulas fibrosas; en el marco de los lipomas corpóreos, los lipomas son tumores que suelen aparecer a cualquier edad pero ocurren más frecuentemente en adultos entre los 40 y 70 años con cierta tendencia sobre las personas con índice de masa corporal mayor.
Son masas encapsuladas bien circunscriptas encapsuladas en ocasiones con componentes no adiposos, con septos fibrosos vasos vasculares y fibras musculares sobrepuestas.
Una minoría de lipomas se encuentra en lugares más profundos e incluye lipomas intramusculares, intermusculares, intratorácicos y retroperitoneales. Los lipomas intramusculares tienen una histología casi idéntica a la de los lipomas superficiales; sin embargo, las lesiones intramusculares tienden a invadir la musculatura adyacente y comúnmente carecen de una cápsula, por lo tanto estos, a veces se conocen como lipoma infiltrante. En contraste, los lipomas intermusculares no exhiben invasión local y tienden a ser lobulares.
Claves diagnosticas.
Rx: los lipomas suelen apreciarse como un área de baja opacidad con efecto de masa particularmente en ventana de tejidos blandos.
Ecografía: suelen verse como masas de ecogenicidad variable observándose hiperecogénicos del 20% al 50%, isoecogénico del 30% al 60% e hipoecoico hasta en un 20%. No suelen mostrar sombra acústica posterior y la señal Doppler suele ser nula o mínima.
TC: La apariencia clásica es la de una masa circunscrita superficial hipodensa de aproximadamente -65 a -120 HU. Las lesiones más profundas o más grandes pueden tener áreas dispersas de densidad interna de tejidos blandos, a menudo más evidentes en la TC que en la RM, estos pueden representar áreas de necrosis grasa, tejido fibroso, vasos sanguíneos o fibras musculares; estas lesiones no se pueden diferenciar con confianza del liposarcoma mediante imágenes.
RM: La resonancia magnética es la modalidad de elección para los lipomas, no solo para confirmar el diagnóstico, que generalmente se sugiere con ultrasonido y TC, sino también para evaluar mejor las características atípicas que sugieren liposarcoma. Además, la resonancia magnética es capaz de demostrar con mayor precisión la anatomía circundante.
RM: La resonancia magnética es la modalidad de elección para los lipomas, no solo para confirmar el diagnóstico, que generalmente se sugiere con ultrasonido y TC, sino también para evaluar mejor las características atípicas que sugieren liposarcoma. Además, la resonancia magnética es capaz de demostrar con mayor precisión la anatomía circundante.
T1: señal alta y satura en secuencias de saturación grasa.
T2: señal alta en FSE T2.
Diagnostico diferencial: En general, hay pocos diagnósticos diferenciales para un lipoma clásico. El principal diagnóstico diferencial es el liposarcoma, sin embargo existe un sin número de localizaciones anatómicas cada una de ellas con características comunes y características típicas del tejido lipídico según su localización.
Bibliografia.
- Fat-containing Lesions of the Chest Scott C. Gaerte, Cristopher A. Meyer, Helen T. Winer-Muram, Robert D. Tarver, and Dewey J. Conces, Jr RadioGraphics 2002 22: suppl_1, S61-S78.
- Lipomas de la cabeza a los pies. Daniel Upegui Jiménez, Radiólogo, Clínica Universitaria Colombia. Profesor Asociado Fundación Universitaria Sanitas. Bogotá, Colombia. Rev. Colomb. Radiol. 2016; 27(1): 4369-77.