MRI; objetiva como dato dominante la presencia de múltiples imágenes hiperintensas en T2 redondeadas de bordes regulares y limites mal definidos a predominio ganglio basal unión cortico subcortical tronco cerebral y hemisferios cerebelosos, los cuales tras la administración de contraste paramagnético endovenoso presenta un realce anular discontinuo, siendo las lesiones entre 2 mm. y 20 mm. de promedio cuyas características corresponden en primera instancia a toxoplasmosis cerebral.
En las imágenes de TC sin contraste, la toxoplasmosis cerebral suele aparecer como múltiples lesiones hipoatenuantes o isodensos aunque puede observarse una lesión solitaria. El edema vasogénico circundante y el efecto de masa son comunes. Estas lesiones bien localizadas representan abscesos, que tienen propensión a los ganglios basales, la unión corticomedular, la sustancia blanca y las regiones periventriculares. La calcificación en la toxoplasmosis adquirida es poco común, aunque puede observarse después del tratamiento. Sin embargo, la calcificación es común en la toxoplasmosis congénita. En las imágenes de TC con contraste, estas lesiones pueden tener un borde de realce fino, liso o mal definido; realce nodular excéntrico sólido o sin realce.
Estas lesiones suelen ser hipointensas en las imágenes de RM ponderadas en T1, pero pueden mostrar hiperintensidad periférica, una característica que ayuda a distinguir la toxoplasmosis del linfoma. Las lesiones suelen tener una intensidad de señal alta o mixta en las imágenes ponderadas en T2 y FLAIR. En las imágenes ponderadas por difusión, las lesiones pueden mostrar hiperintensidad periférica en presencia de hemorragia dentro de sus paredes; sin embargo, la difusión restringida dentro de la porción central de las lesiones, un hallazgo en los abscesos piógenos, es infrecuente. En las imágenes potenciadas en T1 con contraste, se puede ver un realce de las lesiones en forma de borde, a menudo con un área circundante de hipointensidad que representa edema.
Existe un extenso diagnóstico diferencial para la aparición de múltiples lesiones cerebrales en pacientes con sida, siendo el más común el linfoma del sistema nervioso central. También se incluyen tuberculosis, aspergilosis, leucoencefalopatía multifocal progresiva, criptococosis y abscesos bacteriano
La prevalencia de toxoplasmosis cerebral en pacientes con SIDA ha disminuido en los últimos años debido al uso de profilaxis primaria anti- T gondii y TARGA; por el contrario, el linfoma del SNC se ha vuelto más común en pacientes con lesiones cerebrales focales. Por lo tanto, el uso de la terapia empírica anti- T gondii para todos los pacientes con lesiones cerebrales focales sin una evaluación diagnóstica agresiva puede retrasar el inicio de la terapia apropiada y exponer a los pacientes a regímenes potencialmente innecesarios y tóxicos. Además, el anti- T gondii actual Los regímenes no erradican los quistes tisulares, lo que probablemente explica por qué, en ausencia de TARGA, 50% -80% de los pacientes con SIDA que no recibieron terapia de mantenimiento experimentaron una recaída de la toxoplasmosis cerebral dentro de los 12 meses . Por lo tanto, los pacientes con toxoplasmosis asociada al sida deben recibir un régimen de mantenimiento al finalizar el tratamiento inicial.
Bibliografía Recomendada:
Published Online:Jul 1 2009 https://doi.org/10.1148/rg.294085205