Introducción: El carcinoma de células renales (CCR) es la neoplasia maligna más común del riñón y representa el 2% de todos los cánceres en adultos. Se estiman aproximadamente 30.000 nuevos casos diagnosticados cada año en Estados Unidos. Los subtipos más comunes son el CCR de células claras, papilar y cromófobo, que representan el 70-80%, 14 a 17% y 4 a 8%, respectivamente.
Cada subtipo se asocia a un pronóstico diferente. El CCR de células claras tiene el peor pronóstico, con una tasa de supervivencia a 5 años del 44% al 69%, con una alta tasa de metástasis (94%). Por su parte el CCR papilar tiene una tasa de supervivencia a 5 años del 82% al 92%, y representa el 4% de los CCR metastásicos. Por último, el CCR cromófobo tiene una supervivencia a 5 años que va desde el 78% al 87% y representa el 2% de los CCR metastásicos.
Discusión: Dada las amplias diferencias que existen entre los tipos de cáncer renal y su pronóstico, cobra vital relevancia el diagnóstico precoz para un tratamiento adecuado. Existen varios estudios que plantean la diferenciación entre el CCR de células claras con el CCR papilar y cromófobo mediante la TC con contraste y la valoración del realce de estos tumores en las diferentes fases.
En éste sentido, el CCR de células claras puede diferenciarse de los otros dado su pronto y marcado realce tanto en fases corticomedulares, parenquimatosas y excretoras. Ésto puede explicarse dado que éste tipo de tumores son hipervasculares en comparación con los CCR de tipo papilares y el cromófobo, los cuales son hipovasculares.
Particularmente el carcinoma de células renales de tipo papilar puede ser multifocal o bilateral, y suele ser un hallazgo incidental, se encuentra en estadío inicial y es de bajo grado en el momento del diagnóstico. En muchos estudios se ha informado que el CCR de tipo papilar se asocia a un mejor pronóstico en comparación a los otros tipos de CCR, especialmente cuando se compara el pronóstico de otros tumores en el mismo estadío. Por lo tanto, es importante poder identificar o excluir eficazmente el carcinoma de células renales papilares antes de la intervención quirúrgica, para poder así plantear una cirugía conservadora que es la principal opción de tratamiento en pacientes con tumores bilaterales o tumores pequeños en estadío inicial y de bajo grado.