Absceso Tubo Ovárico

Dr Correa Zuleta Luis. Universidad de Antioquia Medellin Colombia

Definición y clínica: El absceso tuboovárico es una de las complicaciones tardías más graves que se presenta en hasta el 15% de las mujeres con EPI. El absceso tuboovárico representa una mayor progresión de la infección en el contexto de EPI lo que resulta en la formación de una masa quística y sólida compleja con destrucción completa o parcial de la arquitectura anexial normal. El ovario y la trompa de Falopio ya no se pueden delinear.

Hasta el 33% de las mujeres diagnosticadas con absceso tubo-ovárico requieren hospitalización. Los abscesos tuboováricos son unilaterales en el 25% -50% de los casos. Los síntomas clínicos del absceso tubo-ovárico en la presentación no son sustancialmente diferentes de los de las pacientes con diagnóstico de EPI. Típicamente, los pacientes con un absceso presentan dolor pélvico agudo o crónico, fiebre, leucocitosis y una masa anexial.

Claves diagnósticas: Las imágenes son importantes para el diagnóstico y el tratamiento oportunos del absceso tubo-ovárico. Cuando el absceso tubo-ovárico se asocia con ascitis y linfadenopatía, el absceso puede ser difícil de diferenciar de la neoplasia ovárica. 

Rx: la placa simple no es considerada como método diagnóstico inicial, sin embargo puede verse como hallazgo en la región anexial masa con densidad de tejidos blandos, pérdida normal de los planos grasos o presencia de íleo adinámico.

Ultrasonografía: Las imágenes por US y MR pueden delinear aún más los hallazgos del absceso tubo-ovárico, demostrando la naturaleza compleja de este proceso con la destrucción del parénquima ovárico, tabiques, paredes gruesas, incremento de la señal Doppler periferica.

TC corte axial contrastada que evidencia el órgano de dependencia y la colección sobre el tercio distal de la trompa derecha

TC: En las imágenes de TC con material de contraste, el hallazgo más común de un absceso tubo-ovárico es una masa quística septada multilocular en los anexos con una pared gruesa que se realza de manera uniforme tras la administración de contraste. Otros hallazgos comunes incluyen una pérdida de planos de grasa entre la masa y los órganos pélvicos adyacentes, así como el engrosamiento de los ligamentos uterosacros y el líquido en el fondo de saco. En raras ocasiones, se pueden ver burbujas de gas dentro de la masa.

RM: En las imágenes de RM, los abscesos suelen tener una intensidad de señal baja en las imágenes de RM ponderadas en T1 y una alta intensidad de señal en las imágenes de MR ponderadas en T2, aunque los hallazgos de las imágenes dependen de la presencia de hemorragia y del contenido de proteínas de la masa. Se puede ver un borde hiperintenso a lo largo de la pared interna de la cavidad del absceso en las imágenes de RM ponderadas en T1, un hallazgo atribuido a la formación de tejido de granulación y hemorragia.

RM: En las imágenes de RM, los abscesos suelen tener una intensidad de señal baja en las imágenes de RM ponderadas en T1 y una alta intensidad de señal en las imágenes de MR ponderadas en T2, aunque los hallazgos de las imágenes dependen de la presencia de hemorragia y del contenido de proteínas de la masa. Se puede ver un borde hiperintenso a lo largo de la pared interna de la cavidad del absceso en las imágenes de RM ponderadas en T1, un hallazgo atribuido a la formación de tejido de granulación y hemorragia.

Diagnosticos diferenciales: Los abscesos pélvicos de otras fuentes no ginecológicas son otras posibles consideraciones diagnósticas.

El desplazamiento anterior del ligamento ancho, debido a la posición posterior del mesovario, puede permitir la diferenciación de un absceso tubo-ovárico de un absceso pélvico de otro origen.

Los abscesos pélvicos que se originan en el apéndice, el colon y la vejiga tienden a tener paredes más gruesas y pueden ubicarse más lejos de los anexos.

Absceso apendicular  complejo.

Hidrosalpinx.

Embarazo ectópico

Torsión ovárica.

Variantes de la enfermedad inflamatoria pélvica.

Bibliografia:

Fallopian Tube Disease in the Nonpregnant Patient.Maryam Rezvani and Akram M. Shaaban. RadioGraphics 2011 31:2, 527-548.

Pelvic Inflammatory Disease: Multimodality Imaging Approach with Clinical-Pathologic Correlation. Margarita V. Revzin, Mahan Mathur, Haatal B. Dave, Matthew L. Macer, and Michael Spektor. RadioGraphics 2016 36:5, 1579-1596.